VIVAMOS EL BOSQUE. Es el nombre de uno de los programas educativos de prevención de incendios más innovadores del país. Es impulsada desde hace quince años por ARAUCO, AnChile y Hancock Chilean Plantations, y ha generado una red de más de cinco mil estudiantes que promueven el valor ambiental y forestal del sur de Chile.
DATOS Y CIFRAS:
3 mil 400 jóvenes correspondientes a 11 comunas de la Región integran el programa educativo de prevención de incendios más importante del país.
170 escuelas de La Araucanía, Los Ríos, y Los Lagos abarca este programa que impulsa desde 2001 la Sociedad de Protección del Sur.
2001 es el año que fue creada la iniciativa dirigida por las tres empresas forestales, y cuya génesis estuvo en la visión del recordado Mauricio Keppeler.
La profesora Claudia Fuentes lleva veinticinco años ejerciendo la docencia, y doce de los cuales los ha dedicado al programa de prevención de incendios forestales “Vivamos el Bosque”. Desde las aulas de la escuela Bernardo Felmer en la comuna de Lanco, la profesora Claudia viene compartiendo junto a estudiantes de cuarto a sexto básico las materias, talleres y charlas del programa, profundizando en temas como el bosque, la actividad forestal y su importancia económica, social y ambiental.
“Nuestro proyecto educativo tiene una declaración curricular respecto a los temas ambientales y forestales, porque creemos que son transversales en nuestra región, y por lo tanto deben estar en la vivencia educativa y personal de las futuras generaciones. El desarrollo forestal es uno de los pilares de nuestra economía y en consecuencia aspiramos siempre que nuestro proyecto educativo dialogue con iniciativas como Vivamos el Bosque y otras tantas desde lo público y lo privado. Hay que fomentar la valoración por los bosques, y nuestros recursos forestales”, enfatiza la docente.
Como la escuela Bernardo Felmer otras 115 (ciento quince) instituciones educativas repartidas en once comunas de la Región de Los Ríos, están participando en este programa, creado el 2001 al alero de la Sociedad de Protección del Sur, organismo que impulsan las empresas forestales AnChile, Hancock Chilean Plantations, y Forestal ARAUCO Zona Sur. En sus inicios, el programa contó con la gestión de la Corporación Chilena de la Madera, CORMA Los Ríos – Los Lagos.
Su objetivo es contribuir decididamente en la educación ambiental que reciben los estudiantes de enseñanza básica de escuelas rurales tanto municipales como particulares, y también urbanas, las que constituyen en las principales redes de información y prevención hacia la comunidad para ayudar a evitar los incendios forestales y sus consecuencias.
TERRITORIOS
Según las cifras de la Sociedad de Protección del Sur, la cobertura total del programa reporta 170 escuelas entre las regiones de La Araucanía, Los Ríos, y Los Lagos.
Para el caso de nuestra región, las once comunas en donde se despliega esta alianza de empresas forestales, a través del programa Vivamos el Bosque, generan una cobertura de 3 mil 400 jóvenes, incluyendo la comuna de Valdivia. Sólo en Los Ríos el programa llega a 116 escuelas, lo que corresponde a un 68% del total de instituciones visitadas por el programa.
Asimismo, las tres empresas forestales también se han preocupado de desarrollar el modelo de educación ambiental en los otros territorios en donde tienen presencia sus actividades productivas.
En tanto que en la novena región, las visitas del programa llegan a 21 escuelas y una participación activa de 600 estudiantes repartidos en cuatro comunas de La Araucanía. Y en la Región de Los Lagos “Vivamos el Bosque” concentra su participación en 33 escuelas y una cobertura de mil estudiantes.
CONTENIDOS DEL PROGRAMA
El programa se realiza entre abril y noviembre de cada año, y durante marzo se ultiman los detalles junto a los equipos docentes de los establecimientos, de modo de desplegar en conjunto las actividades.
Entre los contenidos que se incorporan destacan una serie de charlas expositivas y audiovisuales sobre los ciclos del bosque, siendo una de las más importantes la de prevención de incendios forestales. También están los talleres vivenciales para el cultivo y cuidado de especies arbóreas, donde el más requerido es el de plantas de pino. Su rápido crecimiento genera un efecto demostrativo que hace más fácil el aprendizaje respecto de su ciclo natural.
Asimismo las charlas van profundizando estas temáticas a lo largo del año, destacando la denominada “Agua, Suelo y Bosque”, la cual hace comprender la importancia de estos tres recursos para la sostenibilidad de la actividad social y ambiental de las comunidades.
En la última etapa del programa se imparten charlas relativas a la vocación productiva local desde la industria forestal. En tal caso se enseñan los productos derivados del proceso de la madera, y cómo estos se encuentran presentes en la vida diaria de las personas. Adicionalmente se proponen unidades destinadas a estudiantes de sextos básicos sobre el círculo virtuoso que supone la industrial de la madera a través de las áreas de celulosa, remanufactura, aserraderos y tableros.
DESAFÍO EMPRESARIAL
En nuestro país casi el 100% de los incendios forestales tienen su origen en causas de tipo antrópico, vale decir de forma intencional o por graves descuidos por parte del hombre. El escenario por tanto se presenta desafiante para las empresas forestales, las que a través de diversas actividades e iniciativas buscan ayudar en la prevención como tarea fundamental.
Para el caso de ARAUCO, la esencia de este programa es crear conciencia y actitudes preventivas para cuidar el patrimonio forestal del país y paralelamente generar una relación más cercana a la comunidad local, porque a través de este programa la empresa se relaciona cara a cara con las cientos de comunidades vecinas a su patrimonio.
En esa línea se plantea Jimena Muñóz, Jefe de Protección de Forestal Arauco Zona Sur, quien apunta que “desde hace 15 años la Sociedad de Protección del Sur ha puesto en marcha este programa, y donde Forestal ARAUCO Zona Sur ha trabajado decididamente”.
La profesional agrega que: “los contenidos del programa apuntan a una concientización comunitaria de largo plazo, y para lograr aquello enfatizamos este esfuerzo en la etapa formativa de las personas. Este modelo cobra mayor fuerza en las comunidades educativas rurales, las que vivencialmente están más relacionadas con su entorno natural. Ahí es más profundo el compromiso de mitigar los riesgos de daño que provocan los incendios forestales”,
Por su parte, Francisco Acevedo, Jefe de Protección de Hancock Chilean Plantations, destaca la trayectoria del programa y cómo éste ha logrado perseverar en el tiempo. “La iniciativa, que se basa en un modelo de participación y educación muy innovadora en nuestro país, permite que las empresas interactuemos con las comunidades que son vecinas a nuestras plantaciones, y además colocar en valor las principales materias de la educación ambiental para las comunidades educativas rurales a las que llegamos. Éstas últimas son muy importantes para el programa porque ayudamos a que accedan a mayores instancias para el desarrollo de sus aprendizajes respecto del contexto ambiental y forestal que nos caracteriza”, apunta el ejecutivo.
Por su parte, Óscar Engdahl de la empresa AnChile comenta que: “Vivamos el Bosque estuvo integrado dentro de iniciativas de nivel nacional, pero más tarde concluimos que debía tener un enfoque de más largo plazo y con una fuerte identidad local. Así, con la estrecha participación de Corma en sus inicios, orientamos los contenidos del programa hacia las escuelas rurales y comunidades”
A juicio de Engdahl en esas instituciones educativas está el mayor activo, pues su comunidad escolar muestra un compromiso más marcado con su entorno. “Como empresa miramos el programa con mucha satisfacción. Hemos comprobado que las comunidades educativas lo han hecho suyo; ellos realizan un trabajo silencioso pero significativo que se despliega cada año por espacio de ocho meses dentro del período escolar y cuatro meses con comunidades adultas”, comenta.
CREATIVIDAD COLECTIVA
Es una tradición dentro del programa de prevención de incendios que impulsan las empresas forestales, que lo lúdico y la interacción creativa de los menores se destaque a la hora de cerrar cada año el ciclo de actividades. “Es por eso que al finalizar las actividades del programa en noviembre, se invita a participar a los niños en concursos de pintura y cuentos, con el objetivo de lograr generar una instancia de creatividad colectiva, para que éstos expresen a través de las artes lo aprendido en cada una de las visitas”, señala Jimena Muñóz de Forestal ARAUCO Zona Sur.
El concurso de pintura se impulsa durante todo el año, y en promedio se reciben aproximadamente 300 dibujos. Esta iniciativa es incluso considerada por los docentes participantes como un aporte al subsector “Comprensión del Medio Natural” que ellos imparten en el aula.
Estas instancias creativas son reconocidas en una ceremonia que reúne a representantes de las 170 escuelas participantes repartidas en las tres regiones sureñas.
RECUADRO ESPECIAL: Legado de Mauricio Keppeler
Un aspecto clave en la historia del programa “Vivamos el Bosque” recae en un actor especial para el sector forestal en la región. Se trata de Mauricio Keppeler, quien por más de 20 años trabajó en Forestal ARAUCO, en ese entonces Forestal Valdivia, siendo uno de los artífices de este programa.
Keppeler vio en la educación una oportunidad inmejorable para transmitir los valores del bosque, su necesario resguardo de los incendios forestales, y su aporte al desarrollo de las comunidades aledañas a las plantaciones forestales.
A partir de esa visión el entonces Jefe de Protección y Relaciones Comunitarias de Forestal Valdivia, comenzó a dar forma al programa motivando a sus guardabosques a conocer las instituciones vecinas a la empresa, catastrar los establecimientos, y formar a los primeros monitores que visitaban las escuelas y se involucraban con las comunidades educativas.
Pese a su fallecimiento, Mauricio Keppeler sigue siendo un referente entre los profesionales del área de Patrimonio de ARAUCO, cuando se trata del origen del innovador programa.
LECTURAS FOTO
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Cinco mil estudiantes de instituciones educativas presentes entre Toltén y Purranque participan en uno de los mayores programas educativos de prevención de incendios impulsado por la Sociedad de Protección del Sur.
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La Sociedad de Protección del Sur es integrada por ARAUCO, Forestal AnChile, y Hancock Chilean Plantations. Estas entidades buscan a través de este programa fomentar el conocimiento y cuidado de los recursos forestales del país.
SECUNDARIA
Talleres de siembra de especies arbóreas destacan en el programa educativo
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Cuadernillos didácticos, charlas, talleres y concursos literarios y de dibujo forman parte del mensaje ambiental de este programa.
CONTACTOS
ARAUCO: Patricio Eyzaguirre, Subgerencia Comunicaciones ARAUCO.
AnChile: Óscar Engdahl, Jefe Silvícola y encargado apoyo programa Vivamos el Bosque.
Hancock Chilean Plantations: Francisco Acevedo, Jefe Programa Masisa
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